¿Criadero de republicanos?

¿Quién podría pensar que los liceos Louis-le-Grand (Luis el Grande) y Enrique IV albergaran a algún revolucionario? La pregunta es pertinente (además de porque llevan el nombre de dos reyes) porque en la actualidad es un centro exclusivo para los mejores alumnos que superan una rigurosa selección. En época del Antiguo Régimen era parecido, ya que ambos eran colegios religiosos reservados a los hijos de nobles y burgueses. Hubo dos grandes personajes de la Revolución francesa que estudiaron aquí: Maximilien Robespierre y Camille Desmoulins (aunque entraron gracias a una beca). La formación que se les impartió fue muy tradicional y hasta conservadora, por lo que cabe preguntarse de dónde se inspiraron para involucrarse de tal manera con la Revolución francesa.

Los monumentos de la colina de Santa Genoveva, que se ve desde los jardines de la abadía en 1807

Para saber más…

Antes del liceo Enrique IV: la Escuela Central del Panteón

La Revolución francesa no hizo tabula rasa con el sistema educativo de la monarquía absoluta, a pesar de que éste se fundamentaba en la concesión de privilegios y estaba repleto de desigualdades. El colegio Louis-le-Grand (en la época conocido como collège Égalité) estuvo abierto hasta el comienzo del curso escolar en octubre de 1793. En tal fecha pasó a ser el Prytanée français, un nombre que hacía referencia al Pritaneo de Atenas: un lugar donde los ciudadanos de mérito eran alojados y alimentados por el pueblo. Los estudiantes que allí se hospedaban asistían a la Escuela Central del Panteón en las dependencias del antiguo colegio Enrique IV (hoy Liceo Enrique IV). Se hospedaron muy holgadamente 301 estudiantes de familias pudientes. A este colegio asistieron tnato el hijo del dirigente político Jacques Pierre Brissot como los dos hijos de Joseph de Miaczynski (el revolucionario polaco en el exilio).

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