El Museum de historia natural y el jardin de las Plantas
Por un decreto del 10 de junio de 1793, el jardín del rey se convirtió en el Museo de Historia Natural. Los revolucionarios estaban convencidos de que la ciencia era el instrumento idóneo para combatir las supersticiones y la manipulación: el saber y la razón liberarán al hombre de sus restricciones. Era preciso desarrollar la ciencia y hacerla accesible al mundo entero. La naturaleza es bien común más compartido por el ser humano, por lo que los revolucionarios no dudan en centrarse en ella: la primera tarea del Museo será la de "educar al público en la historia natural". Estas clases públicas las impartieron los mayores expertos de la época, como Jussieu, Lamarck, Geoffroy, Saint-Hilaire o Cuvier.
Buffon (un célebre botánico y el administrador del jardín del rey) confió en 1787 al arquitecto Edme Verniquet la tarea de construir un anfiteatro para impartir sus clases de botánica. Después, Jacques Molinos reformó el edificio en 1794. Se instalaron unos laboratorios en las salas semicirculares y se amplió el salón principal. El edificio hizo realidad los sueños de los revolucionarios: construir un lugar dedicado a la educación y a la investigación científica del más alto nivel. En 1975 se celebró en este anfiteatro la sesión inaugural de la Escuela Normal del año III, posteriormente denominada Escuela Normal Superior (situada hoy en la rue d'Ulm).