Un lugar para el crimen político

Asesinato de Le Peletier de Saint-Fargeau a manos de Pâris, en la bodega del restaurante de Février, Palacio Real el 20 de enero de 1793

Los monárquicos no apreciaban mucho el Palacio Real, pues era sabido que congregaba a muchos partidarios de la revolución. En este lugar murió asesinado el 20 de enero de 1793 el diputado Louis-Michel Lepeletier de Saint-Fargeau por haber votado a favor de la ejecución del rey. El 13 de julio de 1793 (seis meses más tarde) una perfecta desconocida llamada Marie-Anne-Charlotte de Corday d’Armans (Charlotte Corday) compró un cuchillo con el que asesinó al diputado y periodista Jean-Paul Marat para asustar a los sans-culottes.

Para saber más…

El asesinato de Louis-Michel Lepeletier de Saint-Fargeau

Tras haber votado a favor de la ejecución de Luis XVI, Louis-Michel Lepeletier de Saint-Fargeau acudió el 20 de enero de 1793 al Café Février en la Galerie de Valois del Palacio Real. Allí vivió sus últimas horas de vida hasta que un individuo apareció de la nada y le clavó su espada. Aquella misteriosa sombra fue Philippe-Nicolas-Marie de Pâris, un veterano del cuerpo de guardia del rey Luis XVI que no pudo tolerar que un noble como Lepeletier fuera un regicida. Lepeletier fue herido de gravedad y trasladado a su Hôtel Particulier en la Place des Piques (hoy Place Vendôme), donde murió al día siguiente. Se convirtió en el primer mártir oficial de la libertad. Por su parte, el asesino fue arrestado mientras intentaba huir a Inglaterra y fue ejecutado.

Un fabricante de cuchillos peculiar (en el n.º 177)

Muerte de Marat, el 13 de julio de 1793

El 13 de julio de 1793, una joven de buen ver compró un cuchillo de mesa en la tienda de Badin, situada en el número 177 de la Galerie de Valois. No lo hizo por completar su cubertería, sino para asesinar al diputado y periodista Jean-Paul Marat. Según ella, era el responsable del carácter violento que había adquirido la Revolución. El asesinato se cometió horas más tarde de la compra y causó una gran conmoción en París. El atentado de Charlotte Corday fue utilizado como pretexto por la República recién instaurada para endurecer el Estado de Excepción.

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