Picpus, lugar de memoria de la Terreur
Antes de la Revolución, esta zona estaba habitada por religiosos. Posteriormente, el convento fue expropiado y transformado en centro de cuidados sanitarios y los religiosos fueron obligados a partir. Entre el 14 de junio y el 27 de julio de 1794, los restos mortales de más de 1300 guillotinados en la Plaza del Trono fueron enterrados bajo los 300 metros de aquellos jardines. En 1796 varias mujeres de la nobleza se aliaron con las familias de las víctimas para tratar de recordar a los fallecidos. Los osarios se volvieron entonces un lugar de conmemoración y se construyó también un cementerio alrededor. En 1805, los religiosos volvieron a instalarse en el lugar y en 1840 se construyó una capilla expiatoria: Notre Dame de la Paix. El cementerio de Picpus sigue siendo hoy uno de los pocos camposantos privados de París, donde solo los descendientes de las víctimas del reinado del Terror pueden recibir sepultura.
Localización
ItinerarioCalle de Picpus nº35
Sugerencia
El barrio de la Place de la Nation
La guillotina en Nation
Para saber más…
Recordar el nombre de las víctimas
A finales del siglo XVIII, las familias de los guillotinados empezaron a elaborar listas las víctimas del reino del Terror. Dichas listas, además de conmemorar a los fallecidos, fueron utilizadas como armas políticas para denunciar las brutalidades perpetradas durante la Revolución. Fueron colgadas en la Capilla Expiatoria y concedieron a las víctimas políticas de la Revolución francesa una especie de halo de mártires cristianos. Aquellas listas contenían muchos nombres desaparecidos entre los osarios, por lo que no es conveniente fiarse de los nombres que figuras (dicho de otra forma: las listas fueron bastante inexactas y se mezcló todo). Si levantaran la cabeza los republicanos que murieron por su excesivo extremismo, ¡se quedarían helados al ver que ahora están en el mismo bando que los monárquicos!
Las fosas comunes de Picpus
Los cadáveres decapitados en la Plaza del Trono Derribado eran arrojados discretamente a las fosas comunes. Esta práctica fue lo habitual en el cementerio de Les Errancis, de la Madeleine o el de la Iglesia de Saint-Marguerite. Los revolucionarios decían que todos los muertos eran iguales, por lo que nobles y campesinos fueron enterrados juntos. La fosa común también era una bonita forma de hacer desaparecer los nombres de los enemigos del pueblo al no tener una tumba individual.
La tumba de Lafayette
¿Qué pinta aquí enterrado el general Lafayette, héroe de la revolución francesa y norteamericana? Murió después de la Revolución en 1834 sin siquiera sufrir decapitación durante el reino del Terror. Su mujer, Adrienne de Noailles, fue enterrada aquí en 1807 junto a sus padres guillotinados y en 1835 llegó el famoso revolucionario. La llegada de este personaje a un cementerio dedicado a las víctimas de la Revolución francesa fue muy criticada, ya que solo la familia y allegados de las víctimas podían entrar en el cementerio. Hoy es el día en que el embajador de Estados Unidos sigue rindiendo homenaje a la tumba de Lafayette cada 4 de julio por su contribución en la revolución norteamericana de 1776.
Un lugar para conmemorar la Contrarrevolución
Al fondo del parque, a mano derecha, hay un cementerio reservado a los familiares de los guillotinados en la Place de la Nation que murieron entre la primavera y el verano de 1794. A pesar de haber pocos nobles enterrados, sus descendientes del siglo XIX adecentaron este lugar para conmemorar a los contrarrevolucionarios. En el cementerio y en la capilla se pueden ver hoy los apellidos pertenecientes a varias familias de la alta aristocracia francesa: Rochefoucault, Montmorency, Polignac, Rohan, Noailles, Lévis y Carency.