El Jardin des Plantes y su Ménagerie

En el año 1793 fueron inaugurados un jardín botánico y una Ménagerie (Casa de Fieras). Además de favorecer el entretenimiento, los revolucionarios quisieron crear en este lugar una especie de mini república ideal; con un gran número de seres vivos. Todo el mundo era libre de pasear por los jardines para recobrar su energía y aprender de las plantas procedentes de todos los rincones del planeta. La Ménagerie no era el clásico zoológico, Bernardin de Saint-Pierre escribía sobre la necesidad de un zoológico en el Jardín de las Plantas: « la necesidad de colocar en un lugar destinado al estudio de la historia natural el reino más interesante de la naturaleza. Las ventajas que resultarán de ello para el progreso de las artes, de las ciencias y de la filosofía…”

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Amar en tiempos revueltos: los elefantes Hans y Marguerite

En 1795 Francia invadió las Provincias Unidas (hoy en día Países Bajos) y se trajeron a París dos elefantes (“Hans” y “Marguerite”) de la casa de fieras personal del príncipe Guillermo V. Muchos eruditos franceses quisieron demostrar que la República era más ventajosa para los animales que un régimen totalitario. Al poco de llegar los elefantes, empezaron a formularse curiosas hipótesis que analizaban cada gesto y movimiento de dichos mamíferos. Llegó a decirse que estaban volviéndose "ciudadanos animales". Tras convivir ocho semanas con ellos, el pintor Jean-Pierre Houël se convenció de que el entorno puesto a su disposición era el idóneo para inducirles al progreso. Dibujó a los dos paquidermos apareándose, con la misma postura que usan los seres humanos. Aunque bautice esta escena que no ha visto « Simulacro de los instantes de la generación entre los elefantes”, algunos querrán seguramente deducir de ello que la República civiliza los animales.

Representación de los Elefantes en el momento de las primeras caricias, después de hacerles escuchar música
#ParcoursRevolution
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