¿Cómo ganar medallas disparando al pueblo?

En la fachada de la Iglesia de San Roque todavía se ven las marcas de una cruel matanza ocurrida durante la Revolución francesa. El 13 de vendimiario del año IV (5 de octubre de 1795) decenas de manifestantes murieron en estas escaleras a manos de las tropas de Napoleón Bonaparte. Las víctimas protestaban contra un decreto que permitía la reelección de dos tercios de los diputados republicanos que evitaba que los monárquicos recobraran el poder en la Asamblea. Para la represión se utilizaron hasta cañones, aunque los agujeros que hoy quedan en la fachada fueron probablemente ocasionados por la metralla.

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Un joven general ambicioso: Napoleón Bonaparte

Napoleón Bonaparte, general de la Convención nacional, el 13 de vendimiario del año IV

En 1795, el joven Napoleón Bonaparte quiso deshacerse su pasado robespierista y ganar reputación como agente del orden. La casualidad quiso que la constitución del Directorio buscara precisamente olvidarse de lo mismo y dar carpetazo a la Revolución francesa. Se fijaron como objetivo acabar con todos los que consideraban “extremistas": monárquicos, jacobinos y sans-culottes. Por decirlo de otra manera, se pretendió erradicar a todo aquel que quisiera restablecer la monarquía o continuar con la Revolución. Bonaparte fue ascendido a comandante del ejército interior como recompensa por su actuación en aquella matanza y procuró difundir la idea de que solo él podía salvar a la República del peligro que corría. A veces fue apodado el "general vendimiario", en referencia al mes homónimo según el calendario republicano. Bonaparte aparecería en escena como el gran salvador cuatro años más tarde, en 1799, para hacerse definitivamente con el poder.

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