En el barrio de los sans-culottes

En el número 5 de esta calle vivía en 1794 Pierre Petitfils, de 36 años, un fabricante de abanicos con el mismo oficio que su padre. En 1795 fue detenido junto a Jacques Roux por "alentar al asesinato y a los saqueos". Pierre en realidad fue una víctima de la represión que sufrieron los ciudadanos que se armaron en 1795 para reivindicar medidas sociales y la aplicación de la constitución democrática de 1793.

Sans-culottes armados

A pocos metros del Hôtel de Ville, el barrio de los Gravilliers encabezaba la Revolución. En este barrio vivían los sans-culottes más radicales, apodados con desprecio "Enragés" (literalmente: rabiosos). Eran personas con empleos corrientes que soñaban con una república democrática y social. Junto a su líder, el sacerdote Jacques Roux, defendieron este ideal en plena guerra civil entre 1793 y 1795. Sumergirse en las vidas de los pequeños comerciantes de estas calles es lo mínimo que se puede hacer para recordar lo que la historia no ha sido capaz de hacer.

Para saber más…

Un curtidor bajo vigilancia

A la altura del número 18 de esta calle vivía Luis-Julien Piot, propietario de una modesta curtiduría. Formaba parte del comité civil de su sección, una especie de junta de vecinos del barrio. Fue arrestado en 1795 por participar en los disturbios populares. Cinco años más tarde fue acusado de participar el 24 de diciembre del 1800 en un atentado con bomba contra Bonaparte. Fue puesto en libertad con fianza, aunque fue vigilado constantemente por la policía como se hacía con los republicanos radicales.

Sans-culottes armados

Vendedora y militante

Marie Desguilleux se ganaba la vida con la venta de algodón. Vivió en el número 48 de la rue des Gravilliers. El 23 de mayo de 1795 fue arrestada junto a otros sans-culottes por participar en importantes disturbios ocurridos en el Faubourg Saint-Antoine. Fue puesta en libertad dos meses más tarde.

La Mujer del sans-culotte
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