Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais: ¿un revolucionario muy teatrero?
¿Podría haber sido Beaumarchais un pionero de la Revolución francesa? Al menos así lo representa la estatua erigida por Louis Causade en 1885: piernas separadas, brazos cruzados... parece desafiar a todos los tiranos. Espere... ¿no fue este señor el que escribió las Bodas de Fígaro en 1778? ¿Aquella obra en la que el mayordomo era el héroe porque desafiaba la autoridad de su amo? Efectivamente, pero esto no quiere decir que fuera un revolucionario. Además de escritor, Beaumarchais fue también un especulador: después de enriquecerse durante la Revolución norteamericana (1776-1783), su implicación en la Revolución francesa se redujo al mínimo. Retomó eficazmente sus negocios y aprovechó las circunstancias para hacerse de oro.
Tal vez Beaumarchais no fuera un revolucionario, pero sí supo cómo adornar su propia imagen. La misma noche de la Toma de la Bastilla el 14 de julio, dieron comienzo las tareas de demolición de la prisión. En esos primeros instantes, algunas personalidades aprovecharon la coyuntura para presentarse en el lugar y tratar de sacar partido del hecho histórico. Beaumarchais vivía cerca, por lo que no tardó mucho en ser de los primeros en llegar. Como mucha otra gente, se dedicó a arrojar unas cuantas piedras al foso de la fortaleza, procurando que todos supieran que aquella noche él estuvo allí.