El teatro del Marais o "teatro Beaumarchais"

Se inauguró el 1 de septiembre de 1791 y según algunas fuentes, fue construido con piedras de la Bastilla. El propietario, Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, llevó a su escenario durante la Revolución francesa varias obras de corte patriótico (no pareció estar molesto con las piedras de la Bastilla). Algunos elementos de la fachada actual todavía recuerdan al teatro original, que cerró en 1807.

Para saber más…

El teatro: una cuestión de política

Anales patrióticos y literarios de Francia, et asuntos políticos europeos, 24 de diciembre de 1789, p. 4

En el Antiguo Régimen, Las Bodas de Fígaro (1784) se consideraba una obra de teatro algo atrevida, pero tampoco era una de aquellas que podían levantar ampollas. En 1789, mientras los disturbios revolucionarios se sucedían, la obra empezó a tener fama de arremeter contra la monarquía absoluta. En el periódico de la época llamado "Les Annales patriotiques et littéraires", un periodista escribió lo siguiente: "ocurrió una vez, durante una de las funciones de Las Bodas de Fígaro, que al cantarse los últimos versos de dicha comedia que concluyen con un «todo acaba con canciones»... un aristócrata de las primeras filas le espetó al actor «¡cante, cante!», con ánimo de ridiculizar la falta de seriedad del pueblo francés. Tras ello, y unas butacas más atrás, un patriota con voz más profunda y resonante le gritó a los actores: «¡aquí todo acaba con CAÑONES!»”. De esta forma, el teatro Beaumarchais donde se representaba la obra se volvió un símbolo de la Revolución francesa sin que el propietario demasiado al tanto de ello.

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