La periodista Louise de Kéralio

Discurso a las mujeres de Montauban

Cuando la literata Louise de Kéralio se fue de casa de sus padres vivió en la actual rue Visconti y luego en la rue de Condé. Desde esta última continuó a publicar de Le Mercure National, un diario de corte político creado en el que vertía desde 1791 los ideales republicanos. En uno de los artículos de este periódico, sugirió que todos los franceses debían tutearse y abandonar el uso de "Monsieur" y "Madame". En su lugar, podían usarse términos como "ciudadano" o "ciudadana" para recalcar estos ideales de igualdad y fraternidad.

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Itinerario

Calle de Condé nº10

Sugerencia

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El Théâtre de l’Odéon

Para saber más…

Louise de Kéralio: revolucionaria sí... ¡pero feminista no!

Juramento a las Sociedades Fraternales de ciudadanos de ambos sexos "Juro fidelidad a la nación, a la ley y al Rey y mantener con todo mi poder la constitución decretada por la Asamblea Nacional y aceptada por el Rey".

Louise de Kéralio fue también parte de la Sociedad fraternal de patriotas de ambos sexos, un grupo político mixto (¡algo muy raro de ver en el siglo XVIII!). Cuando se casó con el abogado Pierre-François-Joseph Robert, fue una de las pocas mujeres que decidieron conservar su apellido de soltera y solía firmar como "Louise Kéralio-Robert". Pese a este gesto, no se le ocurrió liderar ninguna emancipación colectiva de las mujeres. Al igual que sus contemporáneas, estaba convencida de que los hombres estaban más capacitados para gobernar.

Después de la marcha de las mujeres a Versalles en 1789, Kéralio escribió por ejemplo que las mujeres eran "más sensibles en todos los sentidos y estaban encantadas de satisfacer las necesidades de su marido y de sus hijos". Añadió que las mujeres "vivían alentadas por corrientes de amor y de naturaleza que iban más allá de las limitaciones que su sexo les imponía para sentir valor". (Journal d’État et du citoyen, I, 10, 8 de octubre de 1789, p. 176)

En 1790 fue todavía más lejos y expresó que las mujeres debían simplemente quedarse en sus hogares:

No creo que las mujeres sean capaces de formar parte de ningún gobierno. Es más, si la Constitución quisiera mejorar verdaderamente el comportamiento de la ciudadanía, no deberían siquiera participar en tales actividades. Las mujeres que reinan, siempre lo hacen en los estados totalitarios. No hace falta añadir nada más para afirmar que administrarían terriblemente mal cualquier país libre (Mercure National 1, II, 1, 18 de abril de 1790, p. 26-27).

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