La maison Belhomme, una cárcel para ricos

Entre en la plaza Colbert y el fondo de esta residencia hay un antiguo edificio: el Pavillon Belhomme. Durante la Revolución francesa había aquí una especie de enfermería para prisioneros. Durante la guerra civil (1793-1794), las prisiones se encontraban abarrotadas y tuvieron que abrirse nuevas cárceles. Belhomme, de profesión carpintero, adecentó la casa para que fueran acogidos los llamados "aliénés". Puede ser que no gozaran de un gran lujo, pero al menos las condiciones de encarcelamiento eran menos severas que en las cárceles habituales. Se pretendió que al menos la gente pudiera olvidarse de la justicia revolucionaria. La particularidad fue que era obligatorio pagar por acceder. Entre los prisioneros más famosos figura el abogado Simon-Nicolas-Henri Linguet, célebre antes de la Revolución francesa por oponerse a la monarquía absoluta. También acabó guillotinado.

Para saber más…

La Revolución: ¿una enfermedad?

Retrato de Théroigne de Méricourt, 1816

Antes de 1793, la "maison Belhomme" era una pensión para personas con problemas mentales. Philippe Pinel, uno de los precursores de la psiquiatría, hizo allí sus primeros experimentos sobre problemas psicológicos. Muchos prisioneros políticos fueron enviados a este lugar, tal vez por falta de espacio en las cárceles parisinas. De tanto enviar presos a este sitio se extendió la idea de que la Revolución volvía locas a las personas. Muchos personajes conocidos de la Revolución francesa fueron denunciados por los contrarrevolucionarios en un intento por hacerles pasar por locos. Por ejemplo, el marqués de Sade, hombre de letras y revolucionario radical conocido por sus excesos, fue recluido en el Hospice de Charenton. La militante Théroigne de Méricourt, que sí fue presa de la locura, falleció en el Hospital de la Salpêtrière. En el siglo XIX su nombre se utilizaría para definir el arquetipo de una mujer histérica.

#ParcoursRevolution
Síganos en Facebook