J-B Réveillon: un nuevo rico en un barrio popular

Jean-Baptiste Réveillon era la personificación del éxito antes de estallar los disturbios a finales de abril de 1789. Este empresario había amasado fortuna con un negocio de papeles pintados, un producto muy apreciado por la nobleza y alta burguesía. Sus ventas alcanzaron niveles internacionales e incluso lanzó varias series de papeles inspirados en patrones ingleses y asiáticos. Para el año 1789 ya era un hombre muy rico. Su casa se encontraba en la rue de Montreuil y era conocida como la Folie Titon. Fue como plantar un escaparate de lujo en pleno barrio obrero (el Faubourg Saint-Antoine, donde vivían buena parte de sus trabajadores). Pese a todo, y como daba trabajo, la riqueza de este señor parecía molestar. Hasta el día que corrió el rumor de que el empresario pretendía recortar los salarios de sus trabajadores, que ya de por sí eran irrisorios. Tras escuchar esta noticia, los habitantes de los barrios humildes no pudieron contener su indignación. Semanas más tarde, Réveillon alegó en su propia defensa lo siguiente: "jamás se han visto calumnias tan injustas ni crueles hacia mi persona. Mi palabra debería bastar para defenderme. La mayoría de los operarios que trabajan en mis talleres ganan 30, 35 y 40 sous al día. Varios ganan 50 y unos pocos ganan 25. ¿Cómo es posible que se me ocurra fijar en 15 sous al día el salario de los operarios? (...) No tengo ni la más remota idea, ni tampoco sabría decir qué malas lenguas están al origen de estos comentarios que no han hecho más que sembrar el odio en las almas de estos pobres infelices. Lo que sí puedo afirmar es que estas mentiras, que a tantos han hecho enloquecer, han sido urdidas con cautela para calentar progresivamente el ambiente".