Los hombres de color libres entran en la Revolución
El 14 de noviembre de 1789, más de 75 hombres y mujeres "de color libres" se congregaron en la Place Dauphine donde vivía el notario Lefébure de Saint-Maur. Algunos hombres de color libres eran ricos e incluso propietarios de esclavos, como Julien Raimond, o de cultura como Xavier de La Buy (estudiante de cirugía). Absolutamente todos sufrían discriminación por su color de piel, por lo que fruto de la resignación terminaron dándose el sobrenombre de "colonos americanos" (entre ellos, cuatro mujeres). Pidieron de manera contundente tener derecho a la misma representación en la Asamblea Nacional que los colonos blancos. Así empezó su primer capítulo en la revolución.
Una de las personas que firmó aquella petición fue un tal Vincent Ogé, nacido en las Antillas francesas y con estudios en Francia metropolitana. Cuando terminó, regresó a Saint-Domingue para iniciar una revolución como respuesta al incumplimiento de los colonos blancos del decreto del 28 de marzo de 1790: "toda persona libre mayor de 25 años [...] con propiedades a su nombre [...] tiene el mismo derecho al sufragio que el resto de franceses". Fue detenido y sufrió el suplicio de la rueda antes de ser ejecutado en Cabo francés junto al insurgente Jean-Baptiste Chavannes.